lunes, 23 de agosto de 2010

Chufa y rechufa sutil

Me gusta mucho la chufa. Libo bebidas espirituosas con el afán de un coleóptero. Merodeo el recipiente ya pegajoso y lo introduzco con premura en la nevera. Mi cerebro se atrofia y retuerce como una pasa. Una espesa horchata ha diluido la circulación de otros líquidos más briosos. Necesito licuar esta languidez. Y después de trasegar el brebaje... ¡estaré preparado para romper a hablar en el lenguaje piripisténico! El léxico es amplio y variado. Hay toda una plétora de prefijos, sufijos, diminutivos y aumentativos que confieren un significado específico a cada palabra. No se trata tan solo de compuestos o neologismos.... Bueno, dejo la propedéutica y me lanzo a mostraros un objeto perdido y hallado en el cerebelio (sic) recientemente...
En el suelinóleo una bochinche golofleta garrapatalea por alcanzorarse ante los curiosetos.
EL cochinete zarrapatro y bigotil menea los efluvios en su pizpireta colilla trufada de dulces gamusinos.
Bigornia y demás panes se han declarado en una huelga inicua. Les aseguro que mi paciencia es infinita pero tiene un límite, ¿les suena?




jueves, 12 de agosto de 2010

Un aviso tunante

Les aseguro que no me escondo. Parece algo inquietante el ánimo que me provoca no escribir entradas. Más bien, ver que no hay ninguna nueva, porque me enajeno en periodos dilatados de la existencia de mi blog. De que manera, en que medida y correspondencia, se enajena éste de mí, lo desconzco. Barrunto ciertas sensaciones cuando entro y repaso cicateramente lo ya redactado...
En fin, hay un especie de cuento largo, de relato o de novela corta de la que tengo la presunción de hablar sin que sea más que una quimera. Pero en tal estado no llega a convertirse en una amenaza a mi ingenio morboso o una grisura pulida. Presumo incluso de un titulo que corona de forma dudosa ( como la monarquía al regímen constitucional español) al texto por venir. Se llama y se llamará Las querellas de Bigornia. Sin embargo, creo que al proclamar el título me entrampo y comprometo jubilosamente. Todo compromiso implica una vanidad por satisfacerse, en busca de reconocimiento. No conozco, estoy abierto a sugerencias, otra estructura lógico-dramática que me conduzca a hacer lo que quiero y creo que puedo hacer. Otro camino consiste en el sacrificio, que deriva como una degeneración y fracaso del compromiso (el de Jesucristo, por ejemplo, no para él, desde luego, sino para el resto de los hombres). Pero estoy liberado de él. He aprendido a sostener y dilapidar mi esfuerzo sin catarsis ni purificación alguna, excepto la del aura verdadero; el olor. Bien pensado, esto podría hacer las veces de prólogo. Pura arrogancia nihilista.


Creo que se me ha concedido una subvención, 600 euros por mes tolerado, por haber pasado estos execrables julio y agosto en Madrid. Todavía no soy lo suficientemente pagano como para pensar que toda meteorología es acorde o desquiciado con su momento, y solo busco mi propia satisfacción.
Mi vida doméstica se alza sobre una altura de 83 escalones que subo y bajo todos los días para acceder a la vida civil. Hay una cuchufleta que vive a ras de suelo. Esto nos hace muy distintos, perceptiva y conductualmente. Estoy dispuesto a discernir todo esto incluso con unas piñas coladas por medio.

Hugo Chávez es un cobarde. Mariano Rajoy representa el tancredismo más acendrado. Zapatero es un maruja progre. ¿Qué queda? Obama, The One. Un presidente POP, incluso cuando negocia con Medeiev la no proliferación (¿reducción?) de armamento nuclear. El POP nunca se fue, se incuba en el cambio.

Los toros han sido prohibidos en Cataluña. No conozco decreto más cañí. Ya lo hicieron Carlos III y Carlos IV. España en peligro. Por el toreo hacia Dios. La elite catalana y el elitismo catalán avisan. La vanguardia de todas las amenazas. Más no el idioma de la nación y la ciudadanía españolas, o los conciertos económicos privilegiados. Los toros patrimonio cultural. Como intentó la caspa hacer con el flamenco. Acabáramos. Érase una nación a un toro pegado. Lo cruento no siempre es cruel, y lo cruel tampoco.

miércoles, 28 de julio de 2010

Fusilador conparte esquina con fusilado

La otra tarde paseaba por el barrio de Salamanca pegado a las líneas de sombra cuando ese mismo trazado me hizo advetir un azar de lo más socarrón e inquietante, porque delinea la historia de España de un forma paradigmática, que dirían los pedantes y yo mismo. La calle Príncipe de Vergara, es decir el título que ostentaba el general Baldomero Espartero, vencedor de las guerras carlistas y caudillo pretoriano de la "liberal"epoca isabelina hacía esquina con la calle Diego de León un otro pretoriano-golpista romántico. Diego de León era tan romántico que pidió dirigir la ejecución de su propio fusilamiento dano las ordenes pertinentes, tras intentar forzar a Isabel II a dar un giro al regimen. Fracasó porque Baldomero estaba allí para impedirlo y ahora el callejero urabano les ha brindado la posibilidad de que cohabiten monumentalmente. Para que memoria histórica, si ya llevamos incorporada nuestra pura intuición histórica.


Nuevas noticias del proceso judicial en marcha contra el clima veraniego. María Reza, la jueza titular, ha decretado la suspensión cautelar de las actividades del sol. Sus abogados han interpuesto un recurso por el que exigen una indeminzación de 7000000000 decalitros de sudor humano producido por la simple sensación de calor, sin ningún esfuerzo añadido (lo estropea por lo visto). El abogado ha aducido la máxima bíblica reinterpretada; "Te ganarás el frescor con el sudor de tu frente". Seguiremos ¿informando?

sábado, 24 de julio de 2010


Malinterpretar los gestos. El caso "Pulpo Paul"

Que Emilio Botín sea el presidente del más importante y poderoso banco español, que Beatriz Corredor sea ministra de Vivienda, o, por remontarnos en el tiempo, que Jose Luís Cortina fuera uno de los mandos del CESID (los servicios secretos) durante el 23F con una actuación cabalmente opaca en la intentona golpista, no suponen más que casualidades. Como máximo podremos gozar un ejercicio de homonimia tangencial. Y lo afirmo sin atisbo de ironía. Constituyen azares felices. El ascenso del pulpo Paul a fetiche nacional más cotizado corrobora aún más este argumento. Allí donde muchos insisten en ver conexiones causales misteriosas y subyugantes impugno la afirmación del azar como una de las más bellas necesidades. Lo maravilloso es el cumplimiento del azar, no el de la superstición. El pulpo Paul abre la caja de cristal con la bandera española, se zampa el mejillón que contiene y muchas mentes morbosas y aburridas subliman el poder del animal para decantar la victoria de la selección española. ¡Que forma de causalidad tan retorcida! No la censuro por inviable, sino por enfermiza. Lo cabal, lo sano, es afirmar el cumplimiento del azar. La única manera posible de no juzgar la vida "desde fuera", como inocente o culpable. No rechazo la superstición por indemostrable, que lo es, sino sobre todo por estrecha.


jueves, 22 de julio de 2010

El ajuar de mi mudanza

Poseo una corte itinerante similar a las de los reyes merovingios y carolingios. Desde luego, mis tumbos carecen del tonelaje de ambas dinastías. Y mi perímetro deambulatorio resulta netamente urbano. Sin embargo, he acometido tantas mudanzas que ya no quedan pieles con las que remendar las maletas. Hay algo, en cualquier caso, que alivia la angustia de tener que reinventarme en actos y decisiones reflexivos, aunque no simplemente mentales. El paralelo con la rutina de vestirse y desvestirse parecía bastante sospechoso. ¿Qué ocurriría si entre adultos se instaurase la costumbre, no por incapacidad, de vestirse y desvestirse, incluyendo la ropa elegida?¿Qué cambios suscitaría en la identidad de cada individuo? ¿Y la relación entre el vestidor y el vestido? ¿Quién perpetraria semejante tarea, acaso profesionalizada? Hay hombres, maridos, que no saben nada del estado de su ropa, tan solo falta que les vistan y desvistan. Por todo ello he concebdido un ajuar mudantino. La operación consiste en realizar en primer término una implacable purga. Una catársis desprendida de cualquier acceso melancólico. El síndrome opuesto al del Mesías cuando fue despojado de sus vestiduras, depósito de todo el lastre humano liberado en una expiación suprema. Tras la purga, cabe preguntarse qué queda y qué permanece, nunca antes por supuesto. Y uno de esta forma va dejando un resto en cada mudanza que se deshace como la basura y la memoria. No debe quedar resto alguno. Solo así he logrado evitar la íntima esquizofrenia que me asolaba en cada mudanza. Sabía perfectamente que no existiría encuentro, que nunca el Uno, el individuo se encontraría consigo mismo en dichos momentos. Porque no hay nada, y además no tienen ningún interes,salvo el morbo de no ser desangrado por el tiempo. Entonces enviaba por correo una serie de prendas. Como siempre he compartido piso, solicitaba a mis futuros compañeros que las ubicasen con instrucciones más o menos confusas. Inventaba cualquier excusa, como que me encontraba fuera de la ciudad y llegaría en unos días, para no iniciar la convivencia por caminos equívocos. Y al llegar, allí estaba aguardandome, como una membrana que podía atravesar fantasmalmente, mi ajuar mudantino.

Admitida a trámite las querellas contra el clima veraniego

He encontrado en un papel arrugadísimo de la mesa del salón de mi piso el siguiente texto imprimido recientemente. Estoy casi seguro que pertenece a mi compañero de piso, becario en el periódico El País. 700 euros de sueldo al mes, sin incluir desplazamientos ni llamadas, jornadas de 10 a 12 horas, y una vida zapatillesca por el Madrid más calcinante. Últimamente no le he visto mucho. De hecho, hace tres días que no se donde anda. Es un gallego que me hablaba del calor seco madrileño, y de como flota desde todos los rincones. De esa manera sorda y alucinógena, antitética de la humedad. Por su interés reproduzco el texto a continuación...

El pasado 18 de julio del presente año han sido admitidas a trámite dos querellas contra el clima veraniego. La primera, realizada como acusación popular, por la Asociación Cromos Madrileños difiere en algunos aspectos de la segunda, a cargo de Fulgencio Ramirez. Este ciudadano asegura no haber pasado un verano fuera de Madrid en los últimos 27 años. Afirma que le asiste todo el derecho para exigir una justa reparación. La cifra en un viaje al astro rey donde podrá portar un traje hecho de hielo sin que este ceda en su punto de congelación un solo grado centígrado. La juez, María Reza en su auto encausa al estiaje por contínuos perjuicios al sueño más profundo y liviano, delitos contra la frescura de la carne humana y el derecho a vivir sin aire artificial. Imputa además al astro Sol, como cómplice en primer grado, y al viento por omisión de auxilio. La defensa ya ha presentado sus enmiendas derritiéndo el coche de la juez y adhiriendo a sus respectivos álbumes a todos los miembros de Cromos Madrileños.
El gobierno ha tratado, con cierto ventajismo, de adelantarse a los acontecimientos y mediar en el conflicto con un decreto-ley por el que quedan prohíbidas cautelarmente las actividades meteorológicas en pro de la autodenominda salud climática.... Seguiremos perpetrando.